Una persona no es un ente estático, es un proceso dinámico, es interacción permanente con su entorno. No es una unidad, es una multiplicidad: de estados, de estratos y estructuras psíquicas, de roles y personajes internos… No se rige desde un plano único, sino por tres planos: mental, emocional, corporal, que a su vez, dependen de un meta-centro: la conciencia. Su centro operativo no se halla en el raciocinio, sino en el sentir y el impulso vital. No se […]