Enfoque relacional y de desarrollo de la consciencia

Acompañar el cambio

Acompañar
el cambio

Enfoque relacional y de desarrollo de la consciencia
Los seres humanos somos permeables y plásticos y jamás, dejamos de aprender, crecer, madurar y evolucionar.
Algunos principios básicos
Los seres humanos somos permeables y plásticos y jamás, si las circunstancias nos lo permiten, dejamos de aprender, crecer, madurar y evolucionar.
El cambio no se induce, no puede empujarse y jamás puede generarse desde un elemento externo; el cambio es el movimiento mismo de la vida y se da en nosotros de forma natural, siempre que no esté obstaculizado y cuando haya las condiciones que permitan su despliegue.


Algunos principios básicos
Los seres humanos somos permeables y plásticos y jamás, si las circunstancias nos lo permiten, dejamos de aprender, crecer, madurar y evolucionar.
Los seres humanos somos permeables y plásticos y jamás, dejamos de aprender, crecer, madurar y evolucionar.
El cambio no se induce, no puede empujarse y jamás puede generarse desde un elemento externo; el cambio es el movimiento mismo de la vida y se da en nosotros de forma natural, siempre que no esté obstaculizado y cuando haya las condiciones que permitan su despliegue.
El cambio es el movimiento mismo de la vida y se da en nosotros de forma natural


Se da en un movimiento en espiral que pasa una y otra vez por los temas vitales de la persona, profundizando y ampliando su percepción y comprensión en cada vuelta del ciclo.

El proceso a lo largo del cual se produce el cambio, no es ni mecánico ni lineal, en cada ser humano tiene su propia y específica forma y recorrido, el cual es esencial ir descubriendo.
Se da en un movimiento en espiral que pasa una y otra vez por los temas vitales de la persona, profundizando y ampliando su percepción y comprensión en cada vuelta del ciclo.
Somos seres relacionales, fuimos gestados y nos construimos desde la relación, vivimos en relación y es la relación, una relación particular y específica, la que constituye la condición esencial para que se desarrolle en la persona su impulso natural hacia el cambio.

El proceso a lo largo del cual se produce el cambio, no es ni mecánico ni lineal, en cada ser humano tiene su propia y específica forma y recorrido, el cual es esencial ir descubriendo.
Se da en un movimiento en espiral que pasa una y otra vez por los temas vitales de la persona, profundizando y ampliando su percepción y comprensión en cada vuelta del ciclo.
Somos seres relacionales, fuimos gestados y nos construimos desde la relación, convivimos en relación y es la relación, una relación particular y específica, la que constituye la condición esencial para que se desarrolle en la persona su impulso natural hacia el cambio.
Se da en un movimiento en espiral que pasa una y otra vez por los temas vitales de la persona, profundizando y ampliando su percepción y comprensión en cada vuelta del ciclo.

El medio que propicia que ese proceso de cambio lleve hacia el crecimiento y la maduración es la consciencia apoyada en uno de los fenómenos esenciales de la relación: el vínculo.
Al hablar de cambio humano englobamos todos aquellos procesos en los que la persona, impulsada por su propia necesidad y motivación, y acompañada de alguien a quien ha otorgado su confianza, emprende un recorrido que, dependiendo del ámbito en el que se de, puede dar paso a transformaciones de diferente alcance, ya sea simplemente la flexibilización y ampliación de su estructura cognitiva, como la transformación profunda en todos los niveles hasta tocar su misma identidad. A través de este recorrido y según sea su profundidad, la persona:
–Regresa al contacto consigo misma
–Se re-sensibiliza a sus sensaciones, emociones y sentimientos
–Reeduca su pensamiento
–Investiga, explora, se interpela y se abre a nuevas experiencias


El medio que propicia que ese proceso de cambio lleve hacia el crecimiento y la maduración es la consciencia apoyada en uno de los fenómenos esenciales de la relación: el vínculo.
Al hablar de cambio humano englobamos todos aquellos procesos en los que la persona, impulsada por su propia necesidad y motivación, y acompañada de alguien a quien ha otorgado su confianza, emprende un recorrido que, dependiendo del ámbito en el que se de, puede dar paso a transformaciones de diferente alcance, ya sea simplemente la flexibilización y ampliación de su estructura cognitiva, como la transformación profunda en todos los niveles hasta tocar su misma identidad. A través de este recorrido y según sea su profundidad, la persona:
–Regresa al contacto consigo misma
–Se re-sensibiliza a sus sensaciones, emociones y sentimientos
–Reeduca su pensamiento.
–Investiga, explora, se interpela y se abre a nuevas experiencias

El cambio es el movimiento mismo de la vida y se da en nosotros de forma natural

–Flexibiliza y amplia su mapa cognitivo
– Amplia la consciencia de sí, de los otros y de su entorno
– Se enfrenta a la realidad de lo que vive en la actualidad y de las raíces que esto tiene -en lo interno- en lo vivido históricamente
–Logra incorporar lo experimentado y alcanza comprensiones y conocimientos a través de las cuales desarrolla capacidades, destrezas y actitudes, alcanzando un estado de mayor madurez y desarrollo humano y profesional.
–Toma consciencia de sus dinámicas y comportamientos y los efectos y consecuencias de estos en su vida
–Afronta el dolor del daño y las carencias vividas, sus secuelas y las repercusiones que todo ello ha tenido en su vida
– Inicia un proceso de asimilación de todo ello que pasa por la expresión de las emociones retenidas y el duelo por tantos años de vida limitada.
–Se abre a experiencias reparadoras que le permiten reconstruirse y re-conectarse con su impulso vital
–Lleva adelante una transformación progresiva hacia el despliegue de sus potencialidades.
Al hablar de cambio humano englobamos todos aquellos procesos en los que la persona, puede dar paso a transforma-ciones profundas en todos los niveles hasta tocar su misma identidad.
–Flexibiliza y amplia su mapa cognitivo
– Amplia la consciencia de sí, de los otros y de su entorno
– Se enfrenta a la realidad de lo que vive en la actualidad y de las raíces que esto tiene -en lo interno- en lo vivido históricamente
–Logra incorporar lo experimentado y alcanza comprensiones y conocimientos a través de las cuales desarrolla capacidades, destrezas y actitudes, alcanzando un estado de mayor madurez y desarrollo humano y profesional.
–Toma consciencia de sus dinámicas y comportamientos y los efectos y consecuencias de estos en su vida
–Afronta el dolor del daño y las carencias vividas, sus secuelas y las repercusiones que todo ello ha tenido en su vida
– Inicia un proceso de asimilación de todo ello que pasa por la expresión de las emociones retenidas y el duelo por tantos años de vida limitada.
–Se abre a experiencias reparadoras que le permiten reconstruirse y re-conectarse con su impulso vital
–Lleva adelante una transformación progresiva hacia el despliegue de sus potencialidades.
Por acompañamiento, entendemos esa relación particular que es impulsora y facilitadora del cambio en la persona que es acompañada al generar un contexto de seguridad y de confianza profunda.


Por acompañamiento, entendemos esa relación particular que es impulsora y facilitadora del cambio en la persona que es acompañada, al generar un contexto de seguridad y de confianza profunda. Dicha relación da paso al vínculo con la persona que la acompaña, el cual adquiere y requiere de mayor intensidad cuanto más profundo sea el proceso.




Por acompañamiento, entendemos esa relación particular que es impulsora y facilitadora del cambio en la persona que es acompañada, al generar un contexto de seguridad y de confianza profunda. Dicha relación da paso al vínculo con la persona que la acompaña, el cual adquiere y requiere de mayor intensidad cuanto más profundo sea el proceso.

El acompañamiento constituye un fenómeno central e indispensable de los procesos de cambio humano, un universo sutil de gran amplitud y profundidad siendo en sí mismo reparador y terapéutico.

El acompañamiento constituye un fenómeno central e indispensable de los procesos de cambio humano, un universo sutil de gran amplitud y profundidad siendo en sí mismo reparador y terapéutico.
Y es generado por factores como, entre otros:
–El contacto genuino
–El diálogo veraz
–La presencia y el compromiso
–La aceptación incondicional
–El acogimiento empático y amoroso
–El respeto y el cuidado
–La honestidad radical
–La persistencia y la tenacidad
–La confrontación no agresiva
–La contención del dolor, la rabia, la defensividad y la desestructuración…
El acompañamiento constituye un fenómeno central e indispensable de los procesos de cambio humano, un universo sutil de gran amplitud y profundidad siendo en sí mismo reparador y terapéutico.

